Cobraban 3 millones de dólares a los empresarios por garantizar la licencia OFAC, so pena de acusarlos al FBI por violar el bloqueo contra Venezuela
El presidente Nicolás Maduro reveló este lunes la participación de la ultra derecha en la trama de corrupción de Pdvsa-Cripto y aseguró que estaban “cuadrados” para destruir “desde adentro” el plan de recuperación económica implementado por el gobierno, el cual había empezado a dar resultados entre 2021 y 2022.
Maduro aseguró que este grupo también tenía una gran red de conspiración activa, donde estaban Julio Borges, Leopoldo López, Carlos Vecchio, a quien tachó como el “gran extorsionador” y Carlos Ocariz, quienes amenazaban gente en Venezuela de ponerles órdenes de captura en Estados Unidos y sanciones y les extorsionaban.
“Había una gran red de corrupción y eso se va conocer. Diremos cuánta plata le dieron a López, Ocariz, Vecchio y a otros más. Robaban por aquí y les daban plata por allá, además de lo que se robaron con Guaidó. Es un escandalazo esto!”, exclamó Maduro.
Últimas Noticias obtuvo del director de la Asociación Latinoamericana de Empresarios del Petróleo (Alep), Alejandro Terán Martínez, una de las víctimas de este grupo de extorsión, los datos que revelan cómo se desarrollaba el proceso de esta mafia extorsionadora, encabezada en La Florida, EEUU, por Carlos Vecchio e Iván Simonovis.
Terán Martínez asegura que tras la autoproclamación del llamado interinato de Juan Guaidó en 2019 y la duplicación de los poderes públicos Ad Hoc de su “gobierno”, surgió un sistema de extorsión empresarial a todos los que tenían de alguna manera relación con la industria petrolera venezolana. “Varias de nuestras empresas fueron víctimas de esos métodos de extorsión”, aseguró.
Cabe destacar que Iván Simonovis había sido designado en julio de 2019 por “el embajador” de Guaidó, Carlos Vecchio, como Comisionado Especial de Seguridad e Inteligencia de la Embajada de Venezuela.
Tun, tun
Jesús Pérez Oropeza, un abogado de Miami, junto a otro abogado de apellido Díaz, Iván Simonovis y el “procurador” de Guaidó, José Ignacio Hernández, visitaban a los empresarios que estaban registrados en Citgo, y les presentaban dos modalidades:
La primera consistía en que si la empresa tenía una deuda con Pdvsa, debía demandar su pago en Texas. “Ellos aseguraban convenir en la demanda y pagar los honorarios, pero a la vez, exigían repartir con ellos el 20% de lo obtenido tras la demanda”.
La segunda modalidad de extorsión, consistía en imponer la contratación un abogado específico para optar por la licencia de la OFAC, lo cual tenía con un costo de U$ 3.000.000, aduciendo que garantizaban el otorgamiento de la misma.
“A nosotros nos visitaron en el 2020, acompañados de un ex magistrado en el exilio
que trabajaba con Luisa Ortega Díaz , Simonovis y otros dos más. Si no entrabas por el aro, amenazaban con acusarnos al FBI para que realizaran una investigación y para que nos metieran en un expediente donde, por ejemplo, estaba ya Alex Saab, preso, acusado de violar las sanciones contra el país. Esa era la fórmula de trabajo que tenían allí, que les funcionó durante el 2019 el 2020 y el 2021″, advirtió Terán.
El abogado asegura que estos años de bloqueo resultaron para estos actores de la oposición un negocio “muy grande”.
Terán también contó que antes de la visita del FBI recibieron la llamada de un abogado a nombre de Carlos Vecchio, diciendo que estaban investigando a todas las empresas que tenían negocios con Pdvsa, y los amenazaron con meterlos presos, “a menos que contactaran con un abogado de apellido Díaz”, quien les cobraría un millón de dólares “para resolverles el problema” y gestionarles la licencia OFAC, para ellos necesaria, pues mantenían relaciones con Chevron.
“Nuestra inmediata decisión fue negarnos a caer en esa extorsión, nosotros somos operadores petroleros que trabajamos en México, Bolivia, Ecuador, Perú, Venezuela, y no entraríamos en ese terreno con ellos”, aseveró el director de la Alep.
Tras la llamada del abogado, luego el propio Vecchio y su socio, Jesús Pérez Oropeza, visitaron su despacho. “No caí en su trampa y decidí no hablar más con ellos”.
Terán contó que a los pocos días “les cayó el FBI” en sus oficinas y asegura que este ente en La Florida tiene estrecha relación con este grupo que encabeza Vecchio y Simonovis. Seguidamente recibieron la visita de un fiscal, quien los intentó acusar de haber pagado sobornos a funcionarios públicos.
“Por nuestra parte, fuimos a la fiscalía de Estados Unidos y demostramos que no teníamos nada que ocultar, ni que habíamos pagado coimas a funcionarios en Estados Unidos, que eran casos falsos inventados por el este grupo, al que yo, particularmente denomino el Tren de Miami”, expresó.
El negocio del bloqueo
Por otra parte, Terán Martínez no descarta que la decena de hombres, recientemente arrestados en Estados Unidos por vender partes y piezas a Venezuela sencillamente responde a la estrategia que ha dirigido hasta la fecha Iván Simonovis de amedrentar e intentar ahogar a aquellas empresas que quieren invertir o que están trabajando con Venezuela. “Al parecer vuelve el fantasma de la extorsión, con esta nueva actuación de la fiscalía de La Florida”, denunció.
“Es evidentemente un sistema extorsivo creado para generar miedo al empresario norteamericano petrolero, para obligarlo a pasar por la alcabala de Simonovis y Vecchio si quiere hacer negocio con Venezuela. No es delito venderle a una compañía privada y que esa compañía privada le venda a quien quiera. Eso no constituye un hecho delictual. Delito es extorsionar”, sentenció el abogado.
“Nosotros vamos a seguir invirtiendo en Venezuela, estamos recibiendo ya los memoranda de entendimiento con Pdvsa. Vamos a cumplir las leyes de Venezuela y de los Estados Unidos y a aplicar a nuestra licencia para exploración igual que la tiene Chevron. Aplicamos el año 2019, sin ningún tipo de problema, sin dejarnos extorsionar y seguiremos trabajando como siempre lo hemos hecho”.
El objetivo: sacar a Chevron del juego
A juicio de Terán Martínez, la jugada política del grupo de Leopoldo López, Vecchio y Simonovis consiste en fungir de operadores de la ExxonMobil para sacar del cuadro a Chevron, con la mirada puesta en la joya de la corona: Citgo.
“De aquí parte la estrategia de este grupo, empeñados en espantar a los inversionistas o prospectos de operadores en Venezuela, pues responden a los intereses de la Exxon Mobil y se empeñan en cortarle las alas a Chevron para poder quedarse con Citgo, incluso promoviendo el conflicto con Guyana.
Terán destaca que Exxon Mobil y Chevron tienen una pelea a muerte en EEUU por su interés por quedarse con Citgo, por lo que promueven estos ataques a los inversionistas interesados en regresar a Venezuela.