«Debemos jugárnosla todas, vamos a un Estado al servicio comunal, al servicio de la sociedad; levantar las banderas del socialismo bolivariano (…) el congreso tiene la tarea fundamental de una sociedad igualitaria, de una sociedad donde el centro sea la condición humana como un solo cuerpo social, desde la identidad», expresó la vicepresidenta de la República, Delcy Rodríguez, durante el acto de instalación del Gran Congreso del Bloque Histórico Bolivariano para el Siglo XXI.
Desde La Carlota en Caracas, Rodríguez aseveró que hoy se dan cita representante de las cinco generaciones y las siete fuerzas: el PSUV, los Consejos Comunales y Comunas, las Misiones y Grandes Misiones, Movimientos Sociales, el Polo Patriótico, los CLAP y los movimientos indígenas, «aborígenes de Venezuela, raíz donde nosotros nos fundamos».
Destacó que más de 3 millones y medios de venezolanos y venezolanas se reunieron en un encuentro histórico para refundar a «Venezuela desde la democracia directa, desde las bases, desde la democracia protagónica que ha sido herencia de nuestra Constitución de la República Bolivariana de Venezuela de 1999».
Asimismo, manifestó que desde las más de 100 mil asambleas de los pueblos surgieron más de 500 mil propuestas que «han permitido que tengamos ya las herramientas para marcar el rumbo de la Venezuela del futuro, con nuestras cinco generaciones, con nuestras siete fuerzas consolidadas como un solo puño, como una sola fuerza para defender a Venezuela».
Agregó que el jefe de Estado solicitó que del Bloque Histórico resulten productos concretos, enmarcados en una agenda de acción de las siete transformaciones (7T). La primera transformación que se basa en la economía es «pasar del modelo rentista petrolero a la economía productiva», que es fundamentada en la Agenda Económica Bolivariana y los motores productivos, para «generar crecimiento y dar un desarrollo autosostenible para la felicidad social, y es una transformación profunda de las relaciones de producción».
La segunda transformación «garantiza la seguridad humana del buen vivir que está en sintonía con los derechos de la naturaleza que conforman un hábitat, que tiene implícita la garantía de los servicios públicos esenciales», así como la tercera transformación que se basa en la seguridad social, la paz y la soberanía para el país seguro «donde la puerta principal debe ser la paz como Estado, como pueblo, como nación, frente a las graves amenazas que existen en el mundo».
La cuarta es dada desde la transformación social «para curar las heridas causadas por un modelo, donde las grandes misiones sociales estén allí para atender a los abuelos y abuelas, a las mujeres, a los jóvenes y a la población para procurar la igualdad, la justicia y la acción social». Rodríguez expresó que la quinta es la transformación política, donde «nuestro modelo bolivariano concibe un Estado de paz, de justicia y de paz comunal».
Rodríguez resaltó que Venezuela da una batalla en el mundo por «levantar la bandera de la madre naturaleza y entender que sin ese respeto no habrá especie humana, ya que se extingue por su irracionalidad; por un modelo que ha tentado los derechos de la madre naturaleza. El país se encamina hacia un sistema económico sostenible».
Por último, la vicepresidenta Rodríguez detalló que la séptima transformación va hacia «una nueva geopolítica del poder, un mundo pluripolar, multicéntrico, articulado desde todas las alianzas, donde Venezuela va hacia una geopolítica para la paz, para la cooperación, para la amistad, para reconocernos como Estado soberano, iguales en una comunidad internacional» y estar blindado con nuestras acciones diplomáticas frente a las graves agresiones que vive la Patria por parte de centros hegemónicos occidentales.
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