«Hoy podríamos llamar a un lunes blanco supremacista, ya que esta crisis que golpea a los mercados y que estremece los paradigmas del mundo moderno y posmoderno es causada por la mentalidad hiperelitista y supremacista que actúa de modo intempestivo, sin pensar en las consecuencias». Así los refirió el vicepresidente de Comunicación y Cultura, Freddy Ñáñez, durante su programa radial «Cable a Tierra».
Destacó que esta crisis o guerra económica que vive el mundo «fue anticipada por el Comandante Hugo Chávez siendo su última preocupación en vida», donde él alertó que se avecinaba en contra de Venezuela y el presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, «en su momento anunció y enfrentó entre todos los escenarios internacionales».
El también ministro para la Comunicación e Información exaltó que el Gobierno nacional advirtió que una guerra económica en contra de Venezuela solo sentaría un mal precedente en el mundo «porque una vez que se viola la regla contra un país, se puede violar en los demás y nadie estaba exento de una guerra comercial y financiera y arancelaria».
Según Ñáñez, lo que se está viendo este día «pone en evidencia que el sistema capitalista, financiero y la ideología de la globalización no tenían sostenibilidad para los países en desarrollo y menos para los desarrollados que pretendían que, a través de un consenso de Washington y la gestión de un capitalismo parlamentario», el mundo podría sobrevivir y lo que hizo fue convertirse en migración y en desplazamiento, «logrando la caída de la sostenibilidad de la globalización».
«El presidente Nicolás Maduro, durante 9 años, no ha hecho otra cosa que alertar a los países aliados y no aliados de la vulnerabilidad en la que se encuentra el derecho internacional, por el solo hecho de que las sanciones se hayan convertido para los EE.UU. en su política exterior», refirió.
Venezuela
El ministro de Comunicación y Cultura explicó que hoy la postura para Venezuela ante este colapso del neoliberalismo, autodestructiva para EE.UU. «Es que estamos preparados para estos y que tenemos que seguir preparándonos porque ahora lo que abre es una gran oportunidad para pensar en un mundo que es lo mejor para cada uno de los países y no lo mejor para los EE.UU», que ha demostrado que no tiene amigos ni aliados.
Asimismo, precisó que lo que mantuvo a Venezuela a flote fueron unas instituciones nacionales fuertes, un proyecto de país independiente y una fortaleza cultural identitaria, que es reflejada «en una economía productiva, con vocación exportadora, que se diversifique y que dependa cada vez menos del petróleo, pero pensando en una política energética que piense en un mundo».
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