Palacio de Miraflores, Caracas.- Desde la Plaza Bicentenario, del Palacio de Gobierno el presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro presidió la XI Cumbre Extraordinaria de Jefes de Estado y de Gobierno de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América – Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP), donde recibió el apoyo y solidaridad de los pueblos de América Latina y El Caribe.
En las distintas intervenciones, los presidentes coincidieron en posiciones comunes en absoluto respaldo y apoyo a Venezuela, como un precedente histórico en este tipo de cumbres, que ratifican la unidad de los pueblos y la integración.
El presidente Nicolás Maduro agradeció la posición firme de quienes han manifestado su apoyo a Venezuela y el reconocimiento a su investidura como Primer Mandatario de Venezuela, refiriéndose que quienes se han pronunciado a su favor como los valientes que trascienden: «Los que no son chantajeables, los que no tienen cola de paja, no miran a un lado cuando están acabando con un hermano, los que salen a abrazar a sus hermanos en los momentos de dificultades, los que están en las buenas y en la malas», como ejemplo de valentía, lealtad y firmeza.
Cuba reitera la más firme condena a la sistemática agresión contra Venezuela
El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, saludó y felicitó al presidente Nicolás Maduro en nombre del General de Ejércitos, Raúl Castro Ruz, líder de la Revolución Cubana, del partido de Gobierno y del pueblo de Cuba, por la victoria alcanzadael 28 de julio.
Alertó del grave peligro que corre el proyecto unitario que representa la alianza, pero destacó también el valor de los pronunciamiento solidarios que toda nuestra América debe hacia la hermana Venezuela, definiéndola como una nación «líder indiscutible de la independencia regional desde los tiempos de Bolívar y sus campañas libertarias», y que hoy enfrenta una grosera y concertada campaña de descrédito, que busca enmascarar otro intento de golpe de Estado, con propósitos de fraude de un gastado pretexto de transparentar los resultados electorales oficiales.
Señaló que una parte de la oposición venezolana mostró, desde muy temprano, que se avecinaba una nueva fase de todos los anteriores y fracasados intentos de derrocar a un gobierno legítimo, en una combinación de violencia interna e injerencia extranjera, «absurda pretensión de quienes intentan validar resultados armados sobre una plataforma electoral ajena al poder legítimo».
Reconoció en nombre de Cuba, la serenidad, el alto sentido democrático institucional y la vocación de paz del presidente Nicolás Maduro y su esquipo, al responder a las provocaciones de la ultraderecha, presentando un recurso contencioso ante la Sala Electoral del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), acompañado y apoyado con grandes movilizaciones populares en toda Venezuela.
Los mismos extremistas que desconocieron los resultados oficiales y desacataron la orden del TSJ, enseguida desataron su arsenal de engaño contra el fallo definitivo, intentando alegar la ilegitimidad del poder convocante y por consiguiente la de la Constitución.
Destacó la voluntad de la mayoría del pueblo venezolano, que votó con total conciencia a favor de la dignidad, de su soberanía y por la paz, y ha respaldado ese voto con masivas manifestaciones populares en las calles de todo el territorio venezolano.
No es la primera vez que el imperialismo estadounidense y las oligarquías regionales e internacionales, muestran rechazo y desprecio contra la voluntad popular en nuestros pueblos.
No es primera vez que el imperialismo intenta detener procesos políticos, contrarios a sus intereses, porque estos procesos favorecen el bienestar de los pueblos y la defensa de los bienes nacionales, recordó el líder cubano.
Ante una calculada articulación de las oligarquías regionales con el imperialismo, los emporios de las comunicaciones y las plataformas digitales contra Venezuela, manifestó que no se puede ser indiferente: «Hoy contra Venezuela, mañana contra cualquiera de nuestros países y pueblos».
Muchos desde el exterior aprovechan la situación de Venezuela a favor de sus intereses políticos, desacerbando, promoviendo y estimulando la desestabilización. Son los mismos que sin elementos probatorios y claramente como excusas para desviar la atención de sus fracasos políticos, tratan de deslegitimar los genuinos movimientos populares en sus países con acusaciones de intromisión extranjera, ha referido.
Para dirimir el conflicto entre las visiones del mundo, claramente en pugna en Venezuela, comparó que de un lado la visión emancipadora, «la nuestra», la que defiende el futuro y la justicia social en beneficio de todos; del otro, prevalece el interés por preservar el sistema de injusticias y hegemonías que la Revolución Bolivariana ha tenido la osadía de confrontar.
Ha exhortado a consolidar el momento en tiempos de unión y de firmeza frente al imperialismo y las oligarquías que aprovechan la más mínima oportunidad para atentar contra el triunfo y la estabilidad de cada fuerza de tendencia popular, tratando de entorpecer las políticas de desarrollo social y destruir los sueños alcanzados por los pueblos.
Ha denunciado el continuo acoso imperialista, la intromisión externa, la arremetida de las oligarquías, la manipulación mediática y política para generar desestabilización y propiciar un golpe e intentar derrocar al legítimo gobierno bolivariano y chavista de Venezuela.
El presidente Díaz-Canel ha condenado con firmeza la sistemática agresión contra Venezuela y repudia cualquier intento de aupar violencia y de enturbiar la paz que demanda y precisa el noble y bravo pueblo, para enfrentar y restañar el profundo daño causado a su economía por la criminal política de sanciones y bloqueos que EE.UU. utiliza como principal arma contra las naciones que no se someten a sus designios.
Se ha puesto a favor de la defensa, sin ambigüedades, lo que defiende y respalda con su voto «el pacífico, honorable y querido pueblo de Venezuela», que castigado por injustas medidas coercitivas unilaterales y en medio de circunstancias muy adversas ha logrado, con mucho trabajo y empeño, el renacer económico y social de la nación.
Finalmente destacó la importancia de la unidad como esencia de la invencible fuerza de los pueblos en Revolución y la unidad cívico militar, bolivariana y chavista del pueblo venezolano, que seguirá demostrando que está a prueba de todas las amenazas y acosos.
Bolivia rechaza cualquier intento de desestabilización que pueda afectar la paz y el desarrollo del pueblo venezolano
El presidente del Estado Plurinacional de Bolivia, Lucho Arce ha manifestado en su intervención que América Latina y El Caribe son escenario de disputa entre los que amamos la libertad y la independencia para todos y los que quieren mantener los mecanismos de dominación.
Ratificó el apoyo a este mecanismo de concertación política —refiriéndose al ALBA-TCP—, sustentado en los principios de solidaridad, justicia social, cooperación y complementariedad económica, que ha impulsado el desarrollo de los pueblos.
Hoy se impone la necesidad de reforzar la unidad para mantener la integración soberana que constituye uno de los pilares fundamentales de la Alianza, trabajando sobre las bases de nuestras diferencias, fomentando la unidad en la diversidad y respetando el deber de los pueblos a la autodeterminación, a su integridad territorial, a solucionar de manera pacífica las controversias y con sus instituciones constituidas, ha dicho.
Rechaza la injerencia en los asuntos internos y el irrespeto a lo soberanía de cada Estado, la guerra híbrida que se despliega contra los pueblos y particularmente contra Venezuela, a través de una campaña de desinformación y descrédito contra el gobierno del Presidente Nicolás Maduro, que pone en peligro la paz y la estabilidad de su pueblo, en el marco de sus elecciones presidenciales, con una falsa narrativa de fraude electoral, promovida por agentes externos para revertir la voluntad de la mayoría de pueblo expresado en las urnas.
Aunque el imperialismo está dispuesto a recuperar la hegemonía sobre el espacio que considera su patio trasero, desde el Estado Plurinacional de Bolivia rechazó todo intento de desestabilización que pueda afectar la paz y el desarrollo del pueblo venezolano así como de cualquier Estado de la Alianza.
La injerencia imperialista en los asuntos internos, con su consecuente afectación a la voluntad del pueblo y a la soberanía e institucionalidad, independientemente de donde venga, contribuye a resquebrajar la unidad y la estabilidad, alejando a todos de la posibilidad de mantener a América Latina y El Caribe como zona de paz.
Finalmente, en nombre de Bolivia, saludó el dictamen emitido por el TSJ que valida el triunfo electoral del presidente Nicolás Maduro, la voluntad de la mayoría del pueblo venezolano y la vigencia de sus instituciones, y llamó a estar alertas ante los planes —desde afuera— destinados a irrespetar la voluntad democrática del pueblo venezolano.
Prensa Presidencial / Atahualpa Calderón