Beijing, República Popular China.- La solidez que caracteriza la asociación estratégica entre China y Venezuela, expresada en más de 600 acuerdos suscritos en la Comisión Mixta de Alto Nivel (CMAN), sirve de base a la confluencia de perspectivas comunes (sociales, políticas y económicas) que se abren paso en un escenario desafiante, marcado por la disputa histórica de dos modelos antagónicos: el neocolonialismo de occidente y el mundo multicéntrico y pluripolar.
A partir del encuentro entre los líderes Jiang Zemin y Hugo Chávez, en el año 1999, comienza a forjarse una relación no solo basada en objetivos comunes como la erradicación de la desigualdad a través de políticas de protección social, sino en la esencia de sus procesos revolucionarios y su defensa de la emancipación en los nuevos tiempos.
La visión humanista de la Revolución China se ha convertido en fuente de inspiración de los pueblos oprimidos del mundo. Además, la hidalguía del noble pueblo de Mao Zedong ha dejado una huella indeleble al trascender como artífice de la proclamación de la República Popular, generadora de significativos cambios económicos, sociales y políticos.
La transformación social profunda consolidada en China, pilar de su ascenso como potencia mundial, propiciaría el acercamiento con la Revolución Bolivariana en un ejemplo palpable de la nueva configuración de relaciones internacionales, sin condicionamientos y enfocadas en la construcción de la «comunidad de destino común» de la que hablara Xi Jinping en 2012.
Venezuela también destaca como un modelo ejemplar en la garantía de los derechos fundamentales del pueblo, así como de la implementación de innovadores mecanismos de protección social que han permitido minimizar los efectos devastadores del bloqueo económico, comercial y financiero, impuesto por Estados Unidos y países de Europa.
Precisamente, tanto Beijing como Caracas son objeto de maniobras de castigo – mediante ilegales sanciones, así como de métodos de asfixia económica- por su firme decisión de ser soberanos y su creciente protagonismo como promotores del respeto a la autodeterminación de los pueblos, principio contenido en la Carta de las Naciones Unidas.
En este sentido, se han instituido como las principales voces del rechazo a la injerencia occidental en los asuntos internos, defendiendo al mismo tiempo los intereses de sus pueblos en medio de sistemáticos ataques para frenar su ascenso.
La coincidencia ideológica también cimienta la relación entre Beijing y Caracas. En reiteradas ocasiones, Hugo Chávez se declaró maoísta e incluso señaló que de sus lecturas sobre Mao Zedong «saqué varias conclusiones que fueron determinantes para mí», entre ellas su teoría sobre la unión cívico-militar que plantea que el ejército debe estar incrustado en el seno del pueblo.
En particular, Mao sostenía que, para que se sintiera parte del pueblo, el ejército debía moverse entre la población. «(…) El agua y el pez. El pueblo es al ejército como el agua al pez. En Venezuela hoy tenemos peces en el agua y por eso la campaña contra el Plan Bolívar, para tratar de partir, de fracturar esa unidad. Una buena parte de los militares está junto al pueblo», subrayó Chávez durante una entrevista concedida a la periodista chilena Marta Harnecker en el año 2002.
Asimismo, el presidente de la República, Nicolás Maduro, ha reconocido la trascendencia del legado de Mao Zedong, a quien considera un «gigante de la patria humana» y un «gigante de las ideas revolucionarias». Confeso seguidor de las enseñanzas de El Gran Timonel, ha recalcado que -con su genio militar y filosófico- «logró recoger la historia y la espiritualidad de la China milenaria para conducir por los caminos victoriosos de la grandeza a su pueblo».
Los procesos revolucionarios gestados en China y Venezuela están igualmente vinculados por los postulados marxistas de sus liderazgos políticos, expresados en el Partido Comunista de China (PCCh) y el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), respectivamente.
Ambas organizaciones políticas comparten una posición unitaria contra el modelo hegemónico de occidente y concuerdan en su labor como sociedad, como partido político para la implementación de un modelo económico, político y social en el que el ser humano sea el centro.
El binomio Beijing – Caracas, por otro lado, se identifica con el nuevo mundo que no solo es posible, sino necesario en el contexto de una carrera insana por hacerse del control geopolítico en detrimento del derecho los pueblos.
«Los tiempos de los imperios se acabaron, los tiempos de los pueblos han llegado ahora y para siempre. Que nadie dude que ha llegado el tiempo de la articulación de un nuevo mundo: el mundo pluripolar, el mundo multicéntrico, el mundo de la articulación, de la integración de los pueblos», enfatizó el jefe de Estado durante su participación en el Diálogo de Alto Nivel entre el Partido Comunista de China y Partidos Políticos del Mundo, realizado en marzo pasado vía videoconferencia.
Aunque sustentado en la profundización de su cooperación estratégica, bajo el mecanismo ganar – ganar, la solidaridad mutua se constituye como un eje transversal de la relación entre los pueblos de Mao Zedong y Simón Bolívar.
Anteponiendo la vida humana sobre los intereses mercantilistas, China extendió su mano amiga -no solo a Venezuela, sino a países de todo el mundo- para brindar asistencia técnica, científica y humanitaria en el combate contra el COVID-19.
Venezuela se convirtió en la primera nación en recibir una delegación técnica de China, integrada por médicos y científicos que trabajaron en hospitales para salvar la vida de los portadores de SARS-CoV-2. Además, destinó medicinas y material médico, incluidas sus vacunas (Sinovac y Sinopharm) para acelerar el proceso de inmunización.
En la configuración del nuevo orden mundial, fundamentado en la multipolaridad, para el desarrollo equitativo de los pueblos, China y Venezuela se erigen como defensores del bienestar social y constructores de un futuro prometedor para la humanidad.
Prensa Presidencial / Karelis González
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— Prensa Presidencial (@PresidencialVen) September 13, 2023