Las Fuerzas Armadas cubanas aseguran que los navíos rusos no portan armas nucleares y no representan una «amenaza para la región».
Un destacamento naval ruso, que incluye al submarino de propulsión nuclear «Kazan», arribó a Cuba para una vista de cinco días en la isla. Minutos antes de la 08H00 locales (12H00 GMT) entró a la bahía de La Habana, a la vanguardia de la flotilla, el buque petrolero «Pashin», seguido por el remolcador de salvamento «Nikolai Chiker», decorado con las franjas blanca, azul y roja de la bandera rusa.
También un buque patrullero de la Armada Real de Canadá HMCS Margaret Broooke llegará el viernes a la isla, en el contexto del 80 aniversario de relaciones diplomáticas entre Cuba y Canadá, se apresuró a informar la cancillería cubana.
El Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (MINFAR), por su parte, indicó la semana pasada que los navíos rusos no portan armas nucleares y no representan una «amenaza para la región».
La visita de la fragata rusa «se acoge estrictamente a las regulaciones internacionales de las cuales Cuba es Estado parte» y responde a «las históricas relaciones de amistad» entre La Habana y Moscú, dijo el ejército cubano.
EE. UU. vigila de cerca pero no percibe amenaza directa
El Departamento de Defensa de EE. UU., que aseguró estar siguiendo los movimientos de la flotilla desde hace días, afirmó a la agencia EFE que no percibe este movimiento ruso como una amenaza.
No obstante, varios buques de guerra estadounidense se movilizaron en las últimas horas para seguir de cerca la trayectoria de la flotilla rusa, cuando los barcos más cerca estaban de la costa de Florida (en el sureste de EE. UU.).
El Departamento de Defensa de EE. UU. agregó asimismo que prevén que el destacamento recale también en puertos venezolanos y que realice maniobras marítimas y aéreas durante el verano septentrional en aguas internacionales del Mar Caribe.
Estas fuentes no mostraron preocupación por la presencia militar rusa cerca de Estados Unidos. «Los despliegues de Rusia son parte de una actividad naval rutinaria y no nos preocupan, ya que no representan una amenaza directa», afirmaron.
El Ministerio de Defensa de Rusia informó este martes de que la flotilla aprovechó su desplazamiento por aguas internacionales del Atlántico para realizar unos ejercicios que incluyeron el lanzamiento virtual de misiles «de alta precisión».
La fragata Gorshkov, de la última generación de fragatas rusas, empezó a operar en 2018 y ha participado en maniobras multinacionales en los últimos años y en el ejercicio en que se entrenó el lanzamiento de misiles hipersónicos Tsirkon desde el mar en 2023.
El Kazan es un moderno submarino de propulsión nuclear con capacidad para disparar misiles de crucero que entró en funcionamiento en 2021.
El movimiento se dio a conocer poco después de que el presidente ruso, Vladímir Putin, anunciase que estaba dispuesto a tomar «medidas asimétricas», tras conocer que varios países occidentales iban a permitir a Ucrania emplear el armamento que le entregan para atacar a Rusia en su territorio.
La visita de este destacamento naval se produce un mes después de que el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, deseara «éxito en la realización de la operación militar especial» a Moscú, en referencia al conflicto con Ucrania, durante una visita a Rusia en la que acompañó al presidente Vladimir Putin durante el desfile conmemorativo de la victoria soviética frente a los nazis en 1945.
Díaz-Canel condenó entonces «la manipulación geopolítica» de Estados Unidos y «la amenaza de la OTAN de acercarse a las fronteras» rusas, citado por la agencia rusa de noticias TASS.
En los últimos años se han producido dos visitas de flotillas rusas, pero ninguna con un submarino nuclear. En junio de 2019 tuvo lugar la última, que estuvo también encabezada por la Gorshkov. Para la anterior hay que remontarse a 2013.
Cuba y Rusia han profundizado en los últimos años sus históricas relaciones en los ámbitos político, militar y económico. Los cubanos, acuciados principalmente por la grave crisis que padecen; los rusos, por consolidar su magra red de aliados y el valor geoestratégico de la isla.
En marzo, Cuba recibió más de 90.000 toneladas de petróleo de Rusia. En septiembre de 2023, se destapó un escándalo de reclutamiento de cubanos como mercenarios para la guerra de Rusia contra Ucrania.