Francia habría cobrado la independencia del país caribeño por más de un siglo y EEUU saqueó sus reservas en oro.
Muy pocos entienden por qué Haití fue la primera república afrodescendiente en tierras americanas en conseguir su independencia y también es el más pobre de todo el continente. Tal vez la respuesta se encuentre en los siglos de explotación a los que Francia sometió a la isla para poder costear su libertad.
Una serie de artículos publicados en The New York Times revela parte de la trágica historia de la independencia de Haití y la astronómica deuda que el país tuvo que pagar con Francia en el siglo XIX.
A través del estudio de archivos históricos, se destapó que los pagos efectuados desde 1825 por los independentistas para indemnizar a los antiguos colonos esclavistas, “le costaron al desarrollo económico de Haití entre 21.000 y 115.000 millones de dólares en pérdidas sobre dos siglos, o de una a ocho veces el Producto Interno Bruto (PIB) del país en 2020”.
Los colonialistas y esclavistas franceses, siguieron cobrando esa deuda por mucho más de un siglo y llevándola hasta nuestros tiempos, según explica el economista francés Thomas Piketty en su libro “Capital y economía”.
“La forma en que durante siglo y medio Haití tuvo que pagar a Francia por haber querido ser libre, (…) es toda la integración internacional de Haití la que se ha visto comprometida”, escribe el economista analizando la independencia de Haití y la relación con la pobreza que arrastra.
La Torre Eiffel se hizo con dinero haitiano
Uno de los resultados de este estudio profundo sobre la independencia de Haití y su traumática dependencia de Francia, es que el máximo símbolo de la nación europea, la emblemática Torre Eiffel, se financió con el dinero que extorsionaron a los habitantes de la isla.
The New York Times mostró cómo, a finales del siglo XIX, el banco CIC (Crédit Industriel et Commercial) repatrió a Francia, a través de préstamos tóxicos que supuestamente ayudarían al gobierno de Haití a amortizar su deuda, los ingresos del joven banco nacional haitiano.
Este capital permitió posteriormente a la banca parisina financiar, en particular, la construcción de la famosa Torre Eiffel en París.
El banco francés, reconociendo parte de su responsabilidad en el asunto, publicó un comunicado en el que dice: “Porque es importante arrojar luz sobre todos los componentes de la historia de la colonización, incluso en la década de 1870, el banco mutual financiará trabajos académicos independientes para arrojar luz sobre este pasado”.
Estados Unidos también saqueó a Haití
Pero el precio de la independencia haitiana no sólo fue cobrado por los franceses, los estadounidenses también se repartieron las riquezas de la primera nación negra en declararse libre. El trabajo de investigación revela que también echaron mano de las reservas de oro haitianas por parte de soldados estadounidenses a principios del siglo XX.
“17 de diciembre de 1914. Ocho infantes de marina estadounidenses cruzan el umbral del Banco Nacional de Haití a primera hora de la tarde y salen con sus brazos cargados con cajas de madera llenas de oro. Valor del cargamento: 500.000 dólares”, sostiene el periódico.
Estos hechos precedieron a la invasión de Haítí por parte de militares estadounidenses, que ocuparon el país caribeño entre julio de 1915 y 1934.
Estados Unidos tomó el control directo de las finanzas haitianas hasta una década después de la partida de sus tropas.
El cobro de la deuda derrocó a Jean-Bertrand Aristide
En 2003, el entonces presidente de Haití Jean-Bertrand Aristide, pidió a Francia la devolución del dinero mal habido por concepto de intereses por independencia. El mandatario, hizo de esta petición su principal arma política y al año siguiente le dieron un golpe de Estado.
En 2004, una insurrección armada y una revuelta popular, desalojó del poder al presidente, quien fue amenazado por fuertes presiones estadounidenses, francesas y canadienses.
Entrevistado casi dos décadas después por The New York Times, Thierry Burkard, el embajador de Francia en ese momento, admitió que había “cierta” conexión entre la destitución de Aristide y sus demandas de restitución de esta deuda, que para entonces ascendía a 21 millones de dólares.