“Los mecanismos de presión son un bumerán contra un pueblo para matarlo y regresa a quien lo tiró”, destacó el presidente neogranadino.
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, durante su intervención en el segmento de alto nivel de COP16, cuestionó que el gobierno de los Estados Unidos (EEUU), haya implementado medidas coercitivas en contra de Venezuela, y aseguró que hoy por hoy se le ha revertido esta medida.
Al referirse a los «superricos», que están conformados por élites económicas, políticas, empresariales y comunicacionales, dijo: «Son ellos los que nos matan, los que no les importan ni los niños de Gaza, ni Latinoamérica ni África. Después de que chuparon la vida con las emisiones de CO2».
En su intervención en la décima sexta edición de la Conferencia de las Partes, realizada en la ciudad colombiana de Cali, el mandatario ratificó su postura crítica sobre el uso de fósiles y su propuesta de una transición a energías limpias.
Un bloqueo que se devuelve
En su discurso también aseguró que los países más «riesgosos económicamente en el mundo» son los que más emiten dióxido de carbono (CO2) y no los que han contraído deudas con los grandes sistemas financieros, como comúnmente se conoce.
Coincidencias
Tanto el vicepresidente boliviano como el canciller venezolano coincidieron con Petro en la falta de acciones de los sectores que generan impacto ambiental para evitar la «extinción».
Choquehuanca se refirió al «punto de bifurcación» donde las naciones y pueblos originarios respetan «las leyes de la madre naturaleza», mientras que el capitalismo provoca «la destrucción de la biodiversidad y la crisis climática».
«Mientras que el mundo no reconozca a la madre Tierra como sujeto de derechos, no habrá paz con la naturaleza», advirtió.
Por su parte, el titular de Exteriores venezolano llamó a «configurar un plan de acción concreto que aborde los temas medulares que afectan la biodiversidad» e «iniciar un proceso de transformaciones y de cambios radicales».
Noboa elude tema energético
El mandatario ecuatoriano, cuyo país atraviesa una severa crisis energética que ha obligado a anunciar apagones de hasta 14 horas, no se refirió a ese aspecto en la cita mundial donde el acento ha sido puesto en el cambio climático y sus consecuencias.
En su comparecencia, manifestó que en su país 50 % de los adultos menores de 30 años están desempleados o subempleados. «Muchos no tienen esperanza de absolutamente nada, no tienen sus necesidades básicas atendidas y no tienen tiempo para pensar en preservar el medio ambiente».
Según su propuesta, mejorar la calidad de vida de esos jóvenes, podría darles «más tiempo y ganas de preservar el medio ambiente».