El presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro Moros, hizo entrega, este jueves, “de paquete”, la nueva emergencia pediátrica del Hospital Pérez Carreño de Caracas, durante una actividad nacional donde completó la entrega de 21 obras de un total de 120, en lo que llamó “la ofensiva de salud más poderosa que se ha conocido por mucho tiempo”.
“En el Hospital General Nacional Dr. Miguel Pérez Carreño, hemos transformado y reinaugurado el área de la Emergencia Pediátrica”, comentó el mandatario nacional desde el estado Miranda, donde dejó inaugurado el CDI Brisas de Charallave. Desde allí, realizó el pase satelital a las instalaciones del hospital caraqueño, centro que depende del Instituto Venezolano de Seguros Sociales (IVSS), donde reportó la alcaldesa de Caracas, Carmen Meléndez.
Meléndez explicó que la nueva emergencia pediátrica está dotada al 100% con equipos de última tecnología y que prestará servicios de salud a los niños y niñas, de hasta 12 años de edad, que residen en la ciudad de Caracas y de todo el país. “Esta unidad de emergencia pediátrica está de paquete, como dice usted, con todo, no le falta nada”.
Cuenta con 16 camas, sala de trauma-shock, personal de enfermería y médicos especialistas, pediatras. Sus espacios fueron rehabilitados totalmente, con sistemas de iluminación, aire acondicionado, suministro de agua potable y servidas, pintura, mobiliario, entre otras.
La alcaldesa estuvo acompañada por las doctoras Maurilina Guzmán, del IVSS; Milagros Montilla, directora del Pérez Carreño, además de la autoridad única de Salud, de Caracas. “Aquí está Superbigote presente en este hospital que está al 100 por ciento”, manifestaron las especialistas venezolanas, tras agradecer el trabajo realizado.
El jefe de Estado instruyó a médicos y especialistas de este centro y de todos los espacios médicos del país, a atender con amor y a cualquier hora a los venezolanos y venezolanas que requieren servicios de salud, y solicitó al pueblo, que anteriormente conocía al Hospital Pérez Carreño con el remoquete de “El Pescozón”, que rebautice el centro con otro epíteto, que podría ser al “abrazón”, como símbolo de la atención amorosa y respaldo humanitario del Estado venezolano al pueblo.
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