Más del 85 % de los venezolanos rechaza cualquier tipo de intervención militar o violenta, tal como han pedido sectores extremistas de la derecha política, para derrocar al presidente de la República, Nicolás Maduro Moros, y más del 63 % quieren que sean enjuiciados por traición a la patria los dirigentes políticos de la derecha y ultraderecha que pidieron sanciones y agresiones económicas contra Venezuela, revela un reciente sondeo de opinión de la empresa Hinterlaces, realizado en noviembre.
En lo que respecta al 63 % de respuestas que exigen un juicio a los dirigentes políticos que son considerados traidores a la patria, el presidente de la encuestadora, Oscar Shémel, señaló que este indicador revela que el país en gran mayoría rechaza los graves daños causados por esta política opositora. “La gente quiere paz, quiere unión, quiere inversión, producción, quiere mejores ingresos. En esas cinco palabras se concentra la mayoría aplastante de las aspiraciones de los venezolanos”, expresó Schémel durante una entrevista especial en el programa 360, que transmite Venezolana de Televisión (VTV).
“La mayoría rechaza las sanciones, rechaza la intervención militar, rechaza la injerencia (…) De hecho, ya casi cerca del 90 % de los venezolanos piensa que las sanciones han perjudicado y afectado a todos, y no sólo a los dirigentes o líderes políticos, que es lo que ha planteado la oposición cuando maneja la tesis o intenta manejar esa opción de que las sanciones van dirigidas exclusivamente a funcionarios y al liderazgo político”, explicó.
En la continuación del informe Monitor País, Schémel informó que, en otra pregunta del sondeo, 76 % de los venezolanos están de acuerdo en cerrar el capítulo electoral y ponerse a trabajar en unión nacional por el país. Este dato concuerda con el 73 % que respalda al presidente Maduro en su juramentación del próximo 10 de enero, contra el 20 % que cree que lo hará el excandidato prófugo en España, Edmundo González Urrutia.
En otra de las láminas de resultados, 47 % respondió que el cambio lo harán los venezolanos con trabajo cada vez más, y 36 % señaló al Gobierno Nacional como actor de ese cambio que comenzará a partir del 2025.
Después, hay una suma importante de opiniones que consideran a empresarios, estudiantes, jóvenes y trabajadores para impulsar el trabajo y el futuro. “Hablamos de una gran mayoría que considera que el trabajo de todos es vital para sacar al país adelante”.
“La gente está saturada de la violencia y la confrontación que no es nada positivo. Por eso, el 76 % quiere calma y dejar atrás el conflicto electoral y político, cerrar el capítulo electoral y ponernos a trabajar juntos por un mejor país, sin divisiones ni conflictos”.
La oposición está signada por la burla
Con respecto a la convocatoria de María Corina Machado de marchar este pasado fin de semana, que resultó en un rotundo fracaso, Schémel no tuvo dudas en afirmar que dicho intento de movilización estuvo signado por la burla y la descalificación.
«La oposición desde el principio estuvo signada por la burla de afirmar que el arma más letal, que el arma de batalla que va a derrocar o desplazar al presidente Maduro del poder, es un lápiz labial. Eso generó muchas burlas, mucha risa, es decir, que las narrativas y los símbolos empleados no conectan con el estado de ánimo, el estado emocional de la mayoría de los venezolanos. Y ya perdió capacidad para convocar, para movilizar, para crear identificación”, resumió.
Comentó que ese es un problema de la oposición política venezolana, que ha arrastrado por un cuarto de siglo “y no termina de convertirse en alternativa; se beneficia del descontento de un sector de la población que califica como negativa la gestión de gobierno, la gestión económica y que beneficia el voto neurológico, que es un sector de la población que no le importa quién es el candidato ni sus propuestas ni sus credenciales; lo que le importa es salir y aquello que percibe que le causa la neurosis, lo asocie la incertidumbre, la rabia, la ira”.
Al contrastar ese histórico fracaso opositor, se enfrenta con las ofertas del chavismo, que ha construido una comunidad emocional, una identidad de clase y una cultura nacional popular que le permite fortalecer sus posiciones en la sociedad venezolana. “Con su capacidad para movilizar, persuadir a los venezolanos”.
No obstante, Schémel considera que el sector revolucionario llegó al momento de renovar narrativas lingüísticas, en lo que llamó una “nueva carta de amor” para todos los venezolanos y venezolanas de hoy y los del futuro. Comentó que el concepto del Bloque Histórico es una idea interesante y renovadora.
“El mismo presidente lo ha dicho: entramos en una nueva etapa, hay que construir un nuevo bloque histórico, eso es lo que revela fundamentalmente la necesidad de renovar los repertorios con los que cuenta el movimiento”, manifestó.
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VTV/Ora/ MR/DB/