Petare, estado Miranda.-En un acto de firmeza revolucionaria, el presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, encabezó la Gran Marcha de la Clase Obrera junto a la primera combatiente, Cilia Flores, y el presidente de la Asamblea Nacional, Jorge Rodríguez.
Desde las calles combativas de Caracas, el líder bolivariano exigió la liberación inmediata de la niña Maikelys Espinoza y los 253 connacionales secuestrados en El Salvador, denunciando las políticas represivas del gobierno de Nayib Bukele y reafirmando el compromiso de Venezuela con la justicia social y la soberanía popular.
Con un llamado a la unidad nacional, el presidente Maduro reivindicó el derecho de todo migrante a regresar a su tierra, destacando que Venezuela es y será siempre el hogar de su pueblo.
«Le he dicho a los migrantes que han regresado: la única tierra que los acogerá y que los atenderá como al hijo pródigo, se llama República Bolivariana de Venezuela. Hay que cuidarla, abonarla y construirla. ¡Esta Patria le pertenece a todos!», afirmó el Mandatario, subrayando el carácter inclusivo de la Revolución Bolivariana.
Resaltó que la Gran Misión Vuelta a la Patria sigue en pie para rescatar a los connacionales.
“No descansaremos ni un minuto hasta que, a través del Plan Vuelta a la Patria, todos los migrantes regresen a Venezuela para vivir en paz y sin discriminación”, dijo el Mandatario.
“¡Ni colonialismo ni imperialismo!»
En un discurso combativo, el jefe de Estadoreafirmó el derecho del pueblo venezolano a decidir su destino sin injerencias extranjeras, defendiendo el socialismo como modelo de justicia y equidad.
«Nosotros tenemos el derecho a construir nuestro propio modelo social», sentenció el presidente, denunciando las pretensiones hegemónicas de Estados Unidos y sus aliados.
Vivienda, democracia e Identidad

El Dignatario destacó los logros del Gobierno Bolivariano en materia de derechos sociales, reivindicando la construcción de un país con rostro humano.
«Ayer entregamos la vivienda 5 millones 252 mil y vamos rumbo a 3 millones de viviendas nuevas. Tenemos derecho a la democracia verdadera, a nuestra identidad cultural. ¡No somos gringos, somos orgullosamente bolivarianos, latinoamericanos, caribeños. Somos venezolanos!», exclamó Maduro, enalteciendo la soberanía nacional.
¡Libertad para los secuestrados por Bukele!
Con firmeza, el presidente Maduro denunció los crímenes del gobierno salvadoreño, responsabilizando a Nayib Bukele por las graves violaciones a los derechos humanos.
«Hay que darle gracias a Dios por darnos la victoria en todos los escenarios que nos ha tocado enfrentar. Le pedimos sabiduría para pronto tener en Venezuela y entregar a la niña Maikelys Espinoza en los brazos de su madre y a los 253 venezolanos secuestrados en los campos de concentración de Nayib Bukele», expresó.
En un llamado contundente, advirtió: «Este delincuente ha cometido uno de los más graves errores, en violación de derechos humanos, desaparición forzosa y secuestro. La justicia te llegará, Nayib Bukele, más temprano que tarde».
La Gran Marcha de la Clase Obrera se convirtió, así, en un símbolo de resistencia y de lucha por la justicia social, la soberanía y la dignidad del pueblo venezolano.
Prensa Presidecial/ Luis Tavera