El ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov, con su homólogo chino, Wang Yi, en Pekín, China, el 9 de abril de 2024.
Las relaciones entre Rusia y China han alcanzado un nivel sin precedentes, afirmó este martes el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, en el arranque de las conversaciones con su homólogo chino, Wang Yi, en Pekín.
«Gracias a los líderes, las relaciones ruso-chinas de asociación integral e interacción estratégica han alcanzado un nivel sin precedentes, sin exageración alguna«, afirmó Lavrov. «Y con la reelección de [el presidente ruso] Vladímir Putin, la continuidad de la línea para su fortalecimiento integral, por supuesto, recibió garantías adicionales», agregó.
A continuación, el canciller ruso expuso que «la asociación estratégica» entre ambos países se basa «en los principios del diálogo respetuoso, igualitario y de confianza, y el apoyo mutuo en cuestiones que afectan a los intereses fundamentales de nuestros países». Según Lavrov, la cooperación «supera las alianzas político-militares de EE.UU. de los tiempos de la Guerra Fría y no va dirigida contra ningún tercero«.
«La interacción en los asuntos internacionales nos permite resolver eficazmente los problemas comunes, tanto internos como externos», resumió Lavrov.
En el mismo contexto, el jefe de la diplomacia rusa recordó que se están celebrando numerosos eventos culturales con motivo del 75.º aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas entre Rusia y China.
Asimismo, el ministro ruso expresó la certeza de que este año se llevarán a cabo reuniones entre los líderes de ambos países al margen de diversos eventos internacionales, en particular de las cumbres de la OCS en Astaná (Kazajistán) en junio y de la del BRICS en la ciudad rusa de Kazán, en octubre. «Sin duda habrá otras oportunidades para mantener un diálogo político regular», dijo.
Las cuestiones que se resuelven en el marco de la colaboración entre China y Rusia, según Lavrov, «están directamente relacionadas con la lucha por el establecimiento de un orden mundial multipolar justo, donde no hay lugar para los dictados, donde no hay lugar para la hegemonía, donde no hay lugar para las prácticas neocoloniales y coloniales, que ahora están en pleno apogeo aplicadas por Estados Unidos y todo el resto del llamado ‘Occidente colectivo’ que se sometió incondicionalmente a la voluntad de Washington».
Sobre el conflicto ucraniano, Lavrov destacó que tanto Moscú como Pekín consideran «sin perspectivas» todos «los acontecimientos internacionales que no solo no tengan en cuenta la posición de Rusia, sino que la ignoren por completo» y que «promuevan la fórmula absolutamente vacía de paz por ultimátum de [el presidente de Ucrania Vladímir] Zelenski» y que, por lo tanto, «están completamente alejados de cualquier realidad».
«Futuro brillante»
Por su parte, Wang Yi volvió a felicitar a los rusos en nombre de China por la reelección de Putin con un «nivel récord de apoyo». «Como vecino amigo y socio estratégico integral de Rusia, apoyaremos resueltamente el desarrollo estable y el renacimiento de Rusia bajo el liderazgo del presidente Putin», enfatizó.
«El apoyo del pueblo es la fuente del progreso en Rusia. Creo que bajo el fuerte liderazgo del presidente Putin el pueblo ruso tendrá un futuro brillante», resumió.
Además, el canciller chino se refirió a la cooperación de Moscú y Pekín en la escena internacional. «En el marco de la presidencia de Rusia en los BRICS y de la presidencia de China en la OCS [Organización de Cooperación de Shanghái] a partir del segundo semestre del año, nos brindaremos un fuerte apoyo mutuo y aumentaremos nuestra interacción multilateral», señaló.
«Destino común de la humanidad»
La cooperación entre los dos estados «no va dirigida contra otros países», reiteró Wang Yi , que dijo que las relaciones se seguirán promoviendo «en el marco de un vector de desarrollo saludable», garantizando «el avance de la paz y la democracia».
Los lazos entre Rusia y China se refuerzan con la vista puesta en un «desarrollo pacífico, sin confrontación con nadie», continuó el ministro chino. «Nos oponemos a cualquier forma de hegemonía, rechazamos cualquier forma de percepción de la Guerra Fría. Nuestro objetivo es configurar el destino común de la humanidad», concluyó.