Táchira Después de un año de la reapertura de la frontera se restablecen de manera gradual las relaciones comerciales de ambos países
Hace 12 meses se cristalizó la reapertura de la frontera entre Colombia y Venezuela por el estado Táchira, en un proceso gradual y progresivo que puso fin a varios años de controversias entre los gobiernos de ambas naciones.
Uno de los hechos que marcó el cambio de escenario, tras un constante asedio y no reconocimiento del Gobierno Bolivariano, por parte de autoridades neogranadinas, es la llegada de Gustavo Petro a la Casa de Nariño. A partir de este momento el panorama fronterizo cambió.
Para el diputado de la Asamblea Nacional, William Parada, este no solo fue una acción relevante para el Táchira, sino que además marcó el acontecer nacional. “Nosotros necesitábamos tener una alianza, en el marco del respecto, una interacción con Colombia, y esta se logró con la victoria de Petro”.
A través de mesas de trabajo, ambas partes dieron pasos agigantados, que incluyeran lo económico y también la dinámica fronteriza.
Ha pasado un año y se observa, un resurgimiento progresivo de las empresas tanto públicas como privadas. Los primeros pasos dados fueron para ordenar su permisología tanto para exportar como para importar, “debido al tiempo que pasó con la frontera cerrada, el empresariado no estaba al día con la documentación y esto llevó varios meses”, precisó Parada.
Al iniciar el año 2023, esto se fue fortaleciendo y pasado los meses, el proceso de intercambio comercial a fluido.
Parada explicó que los efectos colaterales de las medidas coercitivas, aplicadas contra Venezuela, tienen limitado el margen de maniobra. Una de las dificultades que se han enfrentado es contrarrestar la oferta de productos colombianos en el estado.
Actualmente, un número importante de gandolas cruzan en ambos sentidos, los puentes binacionales, “ha sido progresivo. Un día normal pueden pasar 60 o 80 gandolas, y hay otros días donde se reduce. Hay una economía volátil, no solo en Venezuela, sino en Latinoamérica y el mundo, y tras el nuevo orden económico mundial, lo que genera que estás dinámicas sean cambiantes”.
La alianza binacional sigue su marcha. Organismos como la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (DIAN) en Colombia y el Seniat de Venezuela, articulan en cada proceso para armonizar, aún más, esta nueva etapa. Temas como los aranceles y permisología en los controles, han formado parte de la agenda de trabajo.
Al paso del transporte de carga, vino el de carro particulares, desde el primero de enero del año en curso, cuando se inauguró el puente Atanasio Girardot, que, junto al Simón Bolívar y Francisco de Paula Santander, son los más concurridos al momento de ir al vecino país. Un promedio de 15 mil vehículos de forma diaria, cruzan los límites entre ambos países.
Todos los meses se incrementan las operaciones
“Ha sido positivo”, así lo define Nelson Urueña, presidente de la Asociación de Agentes de Aduana del Táchira, al ser consultado sobre la actualidad de las operaciones aduaneras en frontera, a un año de abrir una nueva etapa de relaciones los gobiernos de Colombia y Venezuela.
Para Urueña, todos los meses ha aumentado el movimiento de operaciones, “al cierre del mes pasado (agosto) tenemos una sumatoria de 7.200 vehículos que han pasado en las operaciones de importación y exportación por la aduana principal de San Antonio, la subalterna de Tienditas y Ureña”.
Resaltó que la tendencia es al aumento debido al comportamiento y las proyecciones que se tienen, cuya meta es ver en el 2024 una frontera más recuperada y dinámica, con una mayor generación de empleo, bienestar social y económico.
La balanza comercial, por ahora, se inclina hacia Colombia, ya que son más el número de importaciones que de exportaciones, precisó Urueña, quien agregó que “afortunadamente el gobierno nacional, está escuchando los diferentes gremios, Conindustria, Consecomercio, Fedecámaras, y se están haciendo programas para generar nuevas exportaciones, productos que se hagan acá y que tengan la ventaja y calidad para ser competitivos en los mercados internacionales”.
Cerca de mil empleos ha generado este sector, una cifra que también aspiran elevar. De los productos que más ingresan a Venezuela son los del ramo de alimentos. Y de los que salen hacía Colombia son bobinas de aluminio, hierro, alimentos no procesados.
Con la reapertura de la frontera no solo se restablecen de manera gradual y progresivas las relaciones comerciales de los dos países, sino los vínculos culturales e históricos.